Que poco a poco van pasando los días. Y miro el almanaque y hoy hace dos años y siete meses desde aquel entonces. Vidas autónomas e independientes que se cruzaron de golpe para no volver a ser nunca lo que fueron. La fantasía de un juego que se volvió realidad con el devenir de las horas y lo inexcrutable de las emociones. Fuera de control. Take out. Y mi vida, dentro de su cordura y de su saber estar, se debate entre un abismo de emociones poco racionales que poco tienen que ver con esta imagen que represento de cara al exterior. Me asusto, me descubro. Alguien dijo que ya nadie comete locuras por amor... Sabina decía 'y cada vez más tú, y cada vez más yo, sin rastro de nosotros'. Yo cambiaría el orden de los pronombres.
Ojalá pudieras callarme, 'como tan solo tú sabes'