El Blog

lunes, 3 de noviembre de 2008

Cómo no decir nada en 379 palabras

Partimos de la base de que el ser humano es inconformista por naturaleza. Partimos de la certeza de que a veces parece que nada es suficiente para calmar nuestra sed devoradora de emociones. Y yo no sé si es que para ser escritor hace falta estar en un estado de tristeza y nostalgia constante o que realmente las palabras y las letras no se han hecho para mí. Podría en este instante hacer una crónica detallada de los cuatro días que he pasado en Roma con mi madre y mi hermano. Si quisiera, podría también hacer un artículo de opinión sobre mis percepciones de lo que un día fue la capital del imperio. Creo que incluso, si me lo propusiese, podría desarrollar un extenso reportaje de cinco folios (incluidas las fotografías) destacando lo más llamativo. Pero no. Quizá es que no soy periodista. Quizá es que estoy olvidando la profesión. Además, ya casi he olvidado el QuarkXPress.



En estos días me ha dado por pensar en todo lo que me falta aquí. Me falta una buena cruzcampo acompañada de una tapa de ensaladilla. También mis dos compañeras de piso-amigas-hermanas, con las que nunca salí de fiesta pero que me aguantaban a diario. Me falta mi camarada Adri, que en su cénit revolucionario está en la isla de Cuba, conquistando ideologías, y con él nuestra tercera militante, Carmen, trío de manifestaciones y protestas. Me falta mi Universidad de Sevilla (¡quién lo diría!) con su Liñán paseando por los pasillos y los cafés en la puerta. Me faltan mis paseos en bicicleta, a la orilla del Guadalquivir, en una tarde de otoño en la que las hojas se caén y el parque de María Luisa duerme a las ocho de la tarde. Me falta una conversación con John, en la que el alma saque a relucir sus arrugas más llenas de polvo. Y hablando de polvos, me falta él también. Echo de menos los besos que hacen daño y los arañazos en la espalda.



Finalizamos sin decir nada nuevo. Dejo dos semanas de este ciber-diario en blanco, sin decir nada. Ni reportaje de Roma, ni esbozo a Nápoles, ni esquela a Pompeya. Ni crítica a Téramo. Finalizamos como empezamos... y el que quiera saber qué tal estoy, ya sabe mi dirección.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

El camara Adri (:p) se muere de ganas de ir el 11 a Sevilla al primer aniversario de la muerte de Carlos... joder como echo de menos protestar por algo.

Muchos besos desde el país más odiado del mundo. Lo mismo hasta me hago un blog de estos.

Anonymous dijo...

Canaria que sentimental.... las cosas tan bonitas que se dicen cuando se echa de menos a las personas. Yo tb te echo de menos, besitos muy grandes wapetona