El Blog

miércoles, 21 de enero de 2009

Asesina de sonrisas

Ideas, ideas y más ideas. Todo se acumula en la cabeza, sin dejar hueco ni siquiera para respirar. El Statuto Albertino se mezcla con la RAI y con il diritto de cronica, critica e satira... Después, querer escribir, querer leer, querer escuchar y querer ver. Me zambullo en libros de Carpentier que me cuentan historias de amor imposibles (con guerras de por medio, con revoluciones) que no ayudan en lo más mínimo a achicar esto que llevo dentro. Me recuerdan a él (a tí) y me doy cuenta de que yo también vivo en una agonía igual que Vera Kal, vengando en silencio la traición de un Jean-Cloude... sólo que en realidad soy yo la que no para de traicionar, de salir a hurtadillas, de buscar un destino ligado sólo a mis ideales. Me dejo la vista ante Carrie, analizando la vida de esas cuatro mujeres, ligadas al sexo, en la ciudad de Nueva York, y me planteo porqué no ser así, porqué no soy capaz de asumir la naturaleza que nos ha sido impuesta, porqué, porqué y más porqués. Y sí me atreviera a..., y si la libertad..., pero entonces llega Silvio y ojalá se te acabe la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta...

Y es que, a veces, me siento una auténtica asesina por ser la causante de que muera ESA sonrisa...

No hay comentarios: