El Blog

jueves, 23 de julio de 2009

La odiosa vida de una becaria


Cuando me decidí a estudiar periodismo, diversas concepciones acerca de la profesión confluían en mí. Contar historias, hablar con la gente, conocer sus problemas, sus anhelos, sus ilusiones. Poder vivir de lo que mejor se me daba, que era la escritura. Pero sobre todo, quería ser una justiciera... una especie de superwoman que rompiese las barreras que creaba el sistema, que diese voz a los que no la tenían, que se preocupase por aquellos que permanecían olvidados, explotados, maltratados. ¿Entienden ahora lo de frustrada?

Es cierto que, a diferencia de otros compañeros, la carrera me gusta. Sé que no he aprendido casi nada de la parte práctica, pero soy de las que piensan que lo más importante es la formación, el bagaje cultural que adquieras, la capacidad crítica con la que después de cinco años abandonas la Universidad. El funcionamiento del QuarkXPress, del Photoshop o del Final Cut se aprende posteriormente, en apenas la primera semana de curro. Pero claro, el mercado laboral no opina lo mismo que yo. A las empresas se la suda, literalmente, que me haya leído toda la obra periodística de García Marquez, que sea capaz de diferenciar la teoría de Marx de la de Trostky, el leninismo del stalinismo, que sepa cuándo el PSOE hace la misma estratagema que el PP pero con la sigla O (que por ser Obrero se le perdonan muchas cosas...). A nadie le interesa que sepa la cronología del conflicto palestino, o cómo la socialdemocracia perdió todo su poder en Alemania. Lo que realmente importa a los señores de la industria de la comunicación es tu experiencia laboral. Si no has trabajado en ningún medio al acabar la carrera, la llevas jodida. Por este motivo, en mi currículum se reflejan diversas colaboraciones con la plantilla de algunos periódicos (la radio y la televisión las tengo un poco olvidadas).

Se preguntarán mis fieles (aunque cada vez menos, que ya lo dicen las estadísticas del Google Analytics) lectores a qué viene todo este sermón. La razón es sencilla: esta semana he empezado como becaria en la radio-televisión local de mi municipio. El problema es que... creo que mi "jefe" no tiene muy claro que estoy a un año de ser licenciada en Periodismo.

Primer día, lunes. Me encarga la tarea de diseñar la página web del futuro periódico digital, a través de un gestor de contenidos que no había utilizado en mi vida y con un ordenador cuyo sistema operativo era el Windows 98 (olvídense de Photoshop, Paint y van que chuta)... ¿Cómo? ¿Y nadie va a explicarme nada? Pues lamento comunicarle, señor, que lo he intentado, pero no tengo ni idea de diseño informático... aunque si se crea un blogspot me las arreglo a las mil maravillas.

Segundo día, martes. Trágate un vídeo del PSOE de dos horas de duración sobre una ponencia que dieron los concejales del ayuntamiento analizando la trayectoria en el presente mandato. Después analizas los fallos de contenido que hayan podido tener... para mejorarlo en próximas charlas... Claro, como no, ahora soy también asesora política. Lástima que todos los errores de contenido que yo he visto se la traigan floja.

Tercer día, miércoles. Con el paso a la TDT vamos a renovar la programación. Tenemos cinco programas, pero céntrate en este, de tertulias. Busca un diseño para el plató, y haz un proyecto para presentarlo. Yo me voy en lo que queda de día, tú ve trabajando en eso. Y yo, en una hora, había terminado mi trabajo de decoradora en interiores, y como no tenía jefe... me dediqué a NADA.

Cuarto día, jueves. ¡Ah, que ya acabaste! Pues nada, haz lo mismo para los otros cuatro programas... aunque dos de ellos, como ya se emitían con anterioridad, tienen planteado el contenido. Sólo tendrías que modificar un poco el decorado... así que visiona Vivencias con Paquita (1:00 hora de duración) y a ver qué se te ocurre. Y ante mi pregunta de si podía decirme la franja horaria en la que se emitirían estos programas (por eso de saber a qué target va dirigido y tal), el señor director de la cadena me dice que eso no tiene importancia, que para qué quiero saberlo...

Así que nada, hoy he llamado a otro de los jefes (con el que firmé el acuerdo, pero que no trabaja allí) para decirle que dónde estaban mis labores de redacción, de locución, dónde la producción de un informativo, la búsqueda de noticias.

Veamos en qué acaba todo esto... aunque eso sí, yo tendré una línea en más en mi currículum, en el apartado de "experiencia laboral". Por desgracia, parece ser que eso es lo que importa.

3 comentarios:

Sert Taş dijo...

aish!! mi niña!! espero que las cosas mejoren estos días!!

Yo llegue ayer de Madrid un poco (bastante) reventada de tanto andar, pero me empezo a gustar mi futura ciudad del año que viene.

Un saludo pequeña comunista!!

Multe dijo...

Ayyy! que parece que ya van las cosas mejor :) hoy he ido a un pleno del ayuntamiento, y luego he elegido seleccionado los totales para el informativo... no es gran cosa, pero al menos no he perdido el tiempo!!

Muá!

- CheMaTriX - dijo...

Marriiiaa todo el mundo tiene un principio, este es el tuyo! estate orgullosa de el jajaja ya vendran cosas mejores.

Psd: vivencias con paquita no me lo pierdo ni un dia estoy enganchao!