Es cierto que hace ya casi tres meses que abandoné el país de la bota, pero todavía siento los temas relacionados con su presidente, con su política y con su sociedad como propios. Por eso, aún sigo indignándome al leer ciertas informaciones, las cuales no tienen desperdicio.
Para empezar, ya he recalcado muchas veces en este blog la imagen distorsionada que, por norma general, se tiene de Italia. Quizá por su grandiosa historia, por sus impresionantes monumentos, por eso de estar en el G-8 (algo que aunque a mi juicio es estúpido, otorga notoriedad), o no sé por qué motivos pensamos que es un país evolucionado, educado, tolerante. Amigos, acérquense a vivir sólo durante uno o dos meses y verán que está llena de carencias. No hay wifi público en bibliotecas o facultades, la sanidad hay que pagarla parcialmente, la mujer sigue siendo un florero y el hombre el que lleva los pantalones.
Un tiempo atrás hablaba con un amigo sobre el carácter de los italianos, ya que él estaba conviviendo con dos de ellos. Asombrado, me contaba cómo su compañero afirmaba no conocer a ningún homosexual, o cómo se resistían a disfrazarse de mujeres en carnavales. Son actitudes que a nosotros nos parecerán retrógradas, pero que encabezan titulares en los grandes periódicos de allí. Hoy, leía en Repubblica.it lo siguiente:
Para empezar, ya he recalcado muchas veces en este blog la imagen distorsionada que, por norma general, se tiene de Italia. Quizá por su grandiosa historia, por sus impresionantes monumentos, por eso de estar en el G-8 (algo que aunque a mi juicio es estúpido, otorga notoriedad), o no sé por qué motivos pensamos que es un país evolucionado, educado, tolerante. Amigos, acérquense a vivir sólo durante uno o dos meses y verán que está llena de carencias. No hay wifi público en bibliotecas o facultades, la sanidad hay que pagarla parcialmente, la mujer sigue siendo un florero y el hombre el que lleva los pantalones.
Un tiempo atrás hablaba con un amigo sobre el carácter de los italianos, ya que él estaba conviviendo con dos de ellos. Asombrado, me contaba cómo su compañero afirmaba no conocer a ningún homosexual, o cómo se resistían a disfrazarse de mujeres en carnavales. Son actitudes que a nosotros nos parecerán retrógradas, pero que encabezan titulares en los grandes periódicos de allí. Hoy, leía en Repubblica.it lo siguiente:
Firenze, calci e pugni contro un gay aggredito nel giorno anti-omofobia
(Florencia, patadas y puñetazos contra un gay agredido en el día anti-homofobia)
Según cuentan, la agresión se produjo a las puertas de un bar de ambiente durante la noche del miércoles, cuando dos jóvenes comenzaron a agredir a otro, de 26 años, mientras le gritaban "Maldito maricón, toma esto". No ha sido hasta hoy cuando la organización Arcigay de Florencia ha denunciado, ya que los padres del chico no sabían nada acerca de la homosexualidad de su hijo.
A esto, hay que añadir otros ataques homofóbicos en diversas ciudades. Por ejemplo, en Roma se produjo el apuñalamiento y el lanzamiento de botellas a una pareja de chicos en la zona gay de la capital, además de colocar algunas bombas incendiarias en las puertas de un local, acción que se repitió la semana pasada.
Mientras los homosexuales italianos piden asilo en España, su fantástico presidente aparece en las portadas de todos los periódicos españoles con una ejemplar pose. Menos mal que ellos no tuvieron a Franco.
3 comentarios:
La imagen que todos tenemos de Italia es la Fontana di Trevi y el Coliseo, y claro eso queda muy bonito de cara a la galería, pero la parte mala (racismo, homofobia, mafia por doquier, etc.) no la cuentan tanto...
Por otra parte, supongo que es "normal" que cosas como esas pasen en un país que tiene como presidente a un ladron mafioso sin respeto por nada ni nadie.
Espero que la sociedad salga del letargo en el que vive por allá y empiece a cantarle un poco las cuarenta a Berlusconni y a la mierda de sistema que los rodea.
Un abrazo!
Leí hace poco que un alto porcentaje del electorado pro Berlusconi es masculino, ronda la cuarentena y encuentra en Il Cavalieri un espejo del éxito profesional y personal en el que les gusta reflejarse.
Por ese tiempo, un amigo que ha estado varios años estudiando medicina en Italia me dijo: "Lo que a jóvenes y mayores les gusta de Berlusconi es precisamente su aura de impunidad, de poder absoluto, su manera descarada de moverse por el mundo con el público conocimiento de sus delitos impunes, y que nadie le pare los pies, sino lo contrario. Es la imagen de quien "se ha hecho a sí mismo y ahora lo tiene todo".
No conozco la sociedad italiana para opinar..
De todas maneras, ningún país queda exento de carencias, y el patio que tenemos en España tampoco es envidiable (¿cuánto hace que no veis un Debate en el Congreso? Yo mucho, muchíiismo...)
Bessss
y se supone que en Europa somos civilizados...es indignante que a estas alturas de siglo, uno de los paises más poderosos del mundo, aunque también de los más corruptos,
siga teniendo una visión tan arcaica de la sexualidad... pero efectivamente... que se puede esperar si tiene un presidente como Berlusconi, que aparte de presidir, irse de putas, y estrecharse la mano con don Zapatero, es el dueño de media italia...y lo más peligroso, es que es el dueño de los medios de comunicación.
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