El Blog

miércoles, 6 de mayo de 2009

Gabos y gabitos

Florentino Ariza estuvo toda su vida enamorado de Fermina Daza. En cada una de las pieles que besó, en todas las bocas que mordió, ELLA estaba presente. No podía evitarlo, era algo que iba más allá de su propia decisión, de su inquebrantable autoridad austera, vieja, cansada. La persiguió infatigablemente durante más de medio siglo, acechando cada uno de sus pasos, vigilando a dónde iba y de dónde venía.

Lástima que a veces te asemejes más a Juvenal Urbino. Aunque yo nunca seré Fermina.

3 comentarios:

Sert Taş dijo...

uffff... te gusto el libro, ¿eh?

A mi me trae muchos recuerdos a la cabeza de este año... jeje...

Nos vemos.

Besos.

- CheMaTriX - dijo...

mmmm problemillas conyugales???

Multe dijo...

El libro lo he acabado hoy... es genial!! me ha parecido muy muy bonito, aunque me cuesta trabajo creer que sea la historia real de sus padres...

Los problemas conyugales son el pan nuestro de cada día en los matrimonios de viejunos!!! y qué vamos a hacerle... si yo soy una cabezona y el otro un niño chico!! :D