El Blog

miércoles, 19 de mayo de 2010

Instrucciones para dormir

Tenga especial cuidado, antes que nada, por extraer de su cuerpo todo objeto punzante que pueda causarle heridas (navajas suizas, cuchillas de afeitar, el bolígrafo con el que escribe). Después, pruebe a mantenerse unos segundos erguido delante del colchón visualizando el momento de tumbarse, ya que así conseguirá mejores resultados llegados al último paso. Curve ligeramente su espalda y quítese los pantalones, o la falda si es usted una señorita pizpireta, vuelva a incorporarse y haga lo propio con la parte superior de su indumentaria. Llegados a este punto, usted deberá elegir si se adosa el conocido pijama o si salta directamente el siguiente nivel. Seguramente, esta decisión estará influenciada por condiciones climáticas ajenas a su voluntad, pero de todos modos debemos avisarle de que una opción u otra influirá en los posteriores sueños (entendidos aquí como elucubraciones mentales involuntarias y generalmente agradables que nos hacen vivir situaciones irreales. No confundir con la acción/verbo del cual en este momento ofrecemos instrucciones).

Bien, si es aventurero se encontrará delante de un colchón casi desnudo, en posición erguida y con los párpados cansados. Si no lo es, se encontrará exactamente igual pero con un pijama de franela que elimina de súbito toda posibilidad de experimentar sensaciones amorosas con algún amante intrépido que se cuele por su balcón. Ahora encienda la lamparita de su mesilla de noche y apague la luz del techo. Ya hemos conseguido un ambiente íntimo. Es posible que justo en este instante el hijo de su vecino esté ensayando con la flauta su lección de música. Trate de ignorarlo.

En su cara se reflejan las aventuras de un largo día, se siente la pesadez de la monotonía. Levante todas las capas de las que disponga su colchón hasta que sobre él sólo quede una. Esto es la sábana bajera, o de abajo. Siéntese sobre el borde de la espuma, no muy al filo pero tampoco muy hacia adentro, y pruebe a colar sus piernas peludas, depiladas, largas, cortas, ágiles o atrofiadas entre el hueco que habrá quedado si realizó correctamente la acción de separar las capas. Deslícese hacia abajo hasta que su cabeza quede a la altura de un objeto independiente situado en la cabecera y llamado almohada. Le informamos que ya está usted a punto de conseguir el objetivo. Ahora, debe tomar una última decisión (nadie dijo que esto fuera fácil) y es colocarse en una determinada postura. Para consultar el catálogo disponible, le recomendamos que consulte el Anexo 1 adjunto al final de estas instrucciones. Cierre sus ojos, sienta el olor de una playa, oiga el aroma de la comida de su madre, paladee el aire fresco de una excursión en la montaña. Hasta aquí ya ha hecho todo lo que estaba en su mano. Lamentablemente, debemos informarle que este ritual en sí no es verdaderamente válido, ya que cabe la posibilidad de que, después de todo, su cerebro no tome la decisión de dormir hasta pasados varios minutos e incluso horas. Aún así, le deseamos buenas noches.

3 comentarios:

Anonymous dijo...

tu directamente te tumbas y cierras los ojos!!!!y punto!!jejejej que nos vamos conociendo

adriahna dijo...

Gracias,periodista frustrada. Sus instrucciones son de una gran utilidad excepto, por desgracia, ese último punto donde, como se cuida de precisar, la potestad pasa de nuestra voluntad a ese desconocido, autónomo y (muchas veces) jodido "cerebro".
Entonces éste puede jugarte la mala pasada de comenzar a arrojar imágenes, pensamientos e ideas de cualquier índole que, hartos de que los ignoremos amparados por la luz del día, aprovechan la noche para pillarnos desprevenidos.

¿Alguna receta que pueda ayudar a neutralizarlos, querida doctora??

besos!

Multe dijo...

jajajaja... anónimo, demasiado sabes tú de mí, creo yo...:P

Adriahna, me temo que no hay forma de evitar esos pensamientos que nos invaden... como mucho podría probar a escribir sobre cómo hacer que los días sean más felices o cómo aprender a saborear los pequeños placeres que, a fin de cuentas, son los importantes. Aún así, creo que esta labor me seguiría quedando grande... es tan difícil!!!