Si tienen tiempo en las agendas más o menos ociosas de un verano cálido, les aconsejo leer este relato del maestro Cortázar. Es un poco largo, pero merece la pena. Y si les molesta la luz de la pantalla, imprímanlo (ya verán que me lo agradecen).
LA SEÑORITA CORA
Ya me sucedió con Rayuela, y ahora ocurre lo mismo. Es increíble la cantidad de emociones no escritas que me transmite este autor simplemente con su forma de narrar las cosas.
Sí, quiero escribir como Cortázar.
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