El Blog

sábado, 23 de octubre de 2010

Trece

No recuerdo muy bien qué andaba yo haciendo el día que cumplí 13 años... Seguramente la anécdota estará recogida en alguno de mis diarios de adolescente, aunque estos se encuentran bien guardados en cajas en algún ropero de Andalucía. De todas formas, lo más probable es que le hubiera pedido 500 pesetas a mis padres para ir a comer al piscolabis con tres o cuatro amigas. Hamburguesa, Coca-cola y un cono de papas locas era todo cuanto deseaba. 





Hoy, 23 de octubre, hay otra persona que también cumple 13 años. Creo que él no escribe ningún diario al que poder acudir cuando la nostalgia de las mentes maduras le aceche. Se entretiene más disfrutando de su todavía infancia, jugando al fútbol y viendo Disney Channel.

Lo sé. Con éste ya son seis los que he pasado fuera de casa. 6 veces que no lo he visto soplar las velas, 6 regalos que llegaron a deshora, 6 ilusiones no compartidas en el espacio-tiempo. Así, creyendo que todavía arropo entre mis brazos al pequeño bebé que no paraba de llorar, me encuentro con un adolescente de sonrisa alegre, de ojos que hablan más de lo que deberían, de actitud madura ante los cambios de su mundo, de una sensibilidad que me enorgullece y también me atemoriza. 

Habrá que esperar otros 6 años para descubrir qué sorpresas aguarda la vida y cómo el adolescente queda convertido en hombre. Mientras tanto, trataré de recordarle que, aunque no lo sepa, todos los regalos que yo pueda hacerle se quedan pequeños en comparación con el gran orgullo que siento de tenerlo como hermano. 

(A pesar de las peleas, los gritos, las malas caras por las mañanas, mis órdenes de madre vieja...)

Feliz cumpleaños desde Holanda, campeón.





1 comentario:

Anonymous dijo...

y yo me adhiero... aquellas tundas en la playa jugando a "lucha en el agua"... memorables!!! seguiremos luchando, hasta el día en que tengas más fuerza que yo!!