El Blog

lunes, 16 de mayo de 2011

15-M, ¿el inicio de un despertar o la paradoja del S. XXI?

Las Palmas de Gran Canaria, 15 de mayo de 2011 y un sol que raja las piedras brilla en un cielo ahora ya sin calima. El mar está tranquilo, sosegado. Hace un día perfecto para irse a la playa y olvidarse de los problemas del mundo. Pero en contra de lo previsto, hay un grupo de personas ("indignados", los llaman) que ha apostado por el plan alternativo nacido en las redes sociales. Han cambiado las toallas por pancartas, el traje de baño por los silbatos, y han salido a la calle para mostrar su descontento ante el sistema actual.



En los periódicos dicen que se congregaron entre 3.000 y 4.000 personas. Yo no creo que fueran más de 2.000, aunque esto, encontrándonos en el lugar del mundo en el que nos encontramos, es todo un éxito. La movilización en esta isla es más bien escasa. Las manifestaciones han sido siempre iniciativa de grupúsculos reducidos que no han podido competir con una forma de ver la vida al estilo Malibú. Y ahora, de repente, surge una idea en internet, la gente lo lee, se siente identificada, piensa en su situación y llega a la conclusión de que es catastrófica. Se ponen los zapatos y van a la Plaza de las Ranas con carteles que expresan su peculiar rebelión. La convocatoria, quizá, ha tenido más repercusión que la propia huelga general, un dato a tener muy en cuenta. 

Hasta aquí, la lectura positiva. Por que mis impresiones, una vez visto el movimiento y desde el punto de mira de alguien que ha participado y, por ende, puede opinar con cierto criterio, es que tanta parafernalia no sirve de nada. Considero que en la época en la que nos encontramos hay dos formas de cambiar un sistema que, según se plantea, no nos gusta: la primera, a través de la violencia (y no se escandalicen sus señorías); la segunda, a través de un voto democrático responsable. Casualmente, en estas manifestaciones no se hacía ni una cosa ni la otra. 

"Manifestación apolítica", y yo me río. No hay nada más político que lo que se hizo ayer en España. ¿Acaso no es una sutil forma de castigo a los partidos que mueven el cotarro y al sistema capitalista? Pues sí, amigos, y aunque a muchos les cueste reconocerlo, lo de ayer fueron manifestaciones que promovían unos valores políticos defendidos desde hace mucho tiempo por la izquierda (y no hablo del PSOE), por esa misma izquierda que en este país ha ido perdiendo cada vez más peso. Esta es la paradoja que me planteo, la situación inverosímil a la que hemos llegado, quizá el triunfo más absoluto del sistema actual. No es lógico que regañen a una chica por llevar la bandera republicana, cuando fue en la época de la II República cuando se consiguieron la mayor parte de los logros sociales por los que ayer se peleaban. No es lógico que al acto más subversivo que aprecié en la manifestación (descolgar los carteles electorales de que estaban atados a las farolas) lo censures y digas que va en perjuicio del movimiento. 

No es por ser pesimista, pero ¿en serio alguien considera que de esta forma algo va a cambiar, que el voto en blanco es la solución? Aunque nuestro apreciado sistema democrático esté diseñado para que sean sólo dos los que se repartan el pastel, lo cierto es que a las elecciones se presentan multitud de partidos, ¿cómo es posible que ninguno se adapte, medianamente, a las inquietudes políticas de la población? 

Por todo esto digo que sí, que seguiré yendo a cuantas manifestaciones como ésta se convoquen, pero que hasta que no perdamos el miedo que nos han inculcado, nos olvidemos de la historia del voto útil, reconozcamos que aún existen clases sociales, aceptemos que los obreros siguen siendo obreros y no parte del sueño de la clase media... hasta entonces, todas estas protestas quedarán en miles de gritos lanzados al vacío sin más repercusión que la que la prensa quiera darle. 

6 comentarios:

Sert Taş dijo...

Te dejo un link que me posteo un compañero sobre la manifestacion:

http://www.ruinaimponente.info/2011/05/democracia-real-ya-un-analisis/

es bastante interesante :)

Un abrazo

Anónimo dijo...

6.000 personas en Sevilla, y solo unas 1000 o menos tendrían alguna formación política e ideológica madura. A mí me ha perdido este movimiento a no ser que vea que van en serio. La psicosis apolítica y pacifista que padecen es reaccionaria. La unión del movimiento debe ser bajo parámetros anticapitalistas y antifascistas, y este movimiento acoge a elementos del sistema.
adri.

Multe dijo...

Sert, el link me ha parecido muy interesante. Lo he difundido por Twitter.

Adri, completamente de acuerdo. Oír cosas como "da igual que tú seas de izquierdas y yo de derechas, porque nos unimos y ya está" me hace pensar en un movimiento jipi-way sin ninguna base ideológica que lo sustente, y creo que así no se llega a ningún lado más que al mero espectáculo.

Además, me avergüenza que haya quien diga que no son antisistemas. ¿Entonces contra qué protestas, qué haces, por qué luchas?

De todas formas, seguiré ofreciendo mi granito de arena y mi punto de vista en todo esto. A ver se refleja algo en los votos del domingo.

Sert Taş dijo...

Buenas,

Cierto todo lo que dicen ustedes sobre el movimiento, pero no es menos verdad que es algo que está surgiendo ahora y cambiando a cada segundo. Y la verdad,aunque poco, ya es algo esperanzador que la sociedad se mueva (no sabemos hacia donde),porque por lo menos ha dejado el sillon y el mando a distancia un rato!

Seguramente de esos 6.000, solamente 1000 tendrian una formacion madura. Pero yo me pregunto, ¿no es un primer paso para esos otros 5.000 ir a este tipo de actos, de protestas? ¿no es un primer paso para formarse, nos es mas sano? ¿Seria preferible que se quedasen en casa viendo La Noria?

No creo que esta gente sea apolitica, sino que esta hasta los mismisimos de la clase politica (que es muy diferente), aunque quiza ellos ni sean capaces de establecer esa diferencia.
Y si son pacifistas... ¡mucho mejor! ¿Cual es la excusa que usan TODOS LOS MEDIOS contra los "antisistema" para no darles credibilidad? La violencia.

Quizá darle al movimiento una base ideologica tan profunda como la que vosotras "exigis" le quitaria su razon de ser. Estoy segura de que hay personas descontentas con el actual sistema que son tanto de derecha como de izquierda (es cierto, que posiblemente ni ellos sepan cual es la linea divisoria que marca una cosa u otra XDD), hacerlo exclusivo de una ideologia, sería quiza segmentarlo y dejar fuera a gente que quisiera estar dentro de él: porque se siente parte de esa indignación. Y quizá dentro del mismo movimiento (y esto puede ser lo mas grande!) se puedan trazar las lineas de lo que realmente significa ser de izquierda o de derecha o incluso ser un antisistema!

Además, establecer unas bases que puedan ser compartidas por todos no creo que sea una locura ¿por que siempre tendremos que andar a la gresca izquierda-derecha? Sere ilusa, pero creo que deben de existir personas justas y honradas en todos lados y con la colaboración se saca más que con la división.

Un saludo (y un abrazo) enorme desde Mexico mis estimadas :)

Sert Taş dijo...

Os dejo un link que (aun viniendo de El Mundo) me parece interesante :D y creo explica... (casi mejor que mi comentario anterior) algunas de las ideas que mencione

http://elmundo.orbyt.es/2011/05/18/tu_mundo/1305746769.html

Anónimo dijo...

Las diferencias entre izquierdas y derechas son básicas a la hora de configurar un movimiento. En primer lugar porque no basta con decir "no", hay que proponer alternativas. Si no tienes base socio-política o ideológica, no vas a ser capaz de articular esas alternativas. Pero aun así, si la tuvieramos todos, si todos fuesemos entes ideológicos en el movimiento, no podría aceptarse el conservadurismo/la derecha en este movimiento, a no ser que aceptase el manifiesto o las decisiones de las asambleas. Y estas, generalmente, están en contra del neoliberalismo y del conservadurismo. He ahí el problema, que la gente de derechas que quiera entrar en este movimiento (o que ya esté dentro) tiene el deber de respetar las decisiones de la asamblea y del manifiesto, esto es, respetar el anticapitalismo. Y yo dudo de que lo vayan a hacer. Si lo hacen cojonudo, pero ya digo, la cabra tira al monte.
Sin ir más lejos, ayer, en la acampada de las setas, uno de esos "de derechas" que se apunta al movimiento, soltó un comentario sexista (se le dio una fregona y preguntó que si tenía manual de instrucciones. Tenía entre 40 y 50 años y se excuso diciendo que era divorciado... se le reprendió al compañero por ese comentario). He ahí la prueba de que las diferencias existen, y aunque a veces sean enriquecedoras en otras ocasiones son irreconciliables. Yo no quiero trabajar al lado de alguien que considere que fregar lo tiene que hacer una mujer o que le de asco ver a dos tios besándose, porque rompe el ambiente de convivencia igual o más que el costra que quiere romper a toda costa los escaparates o que solo quiere hacer botellón en la acampada.
adri.