El Blog

miércoles, 18 de enero de 2012

Las otras verdades de Fraga


Fundador del partido que actualmente gobierna en España, Manuel Fraga Iribarne fallecía anoche en su domicilio madrileño, a los 89 años de edad, debido a una infección respiratoria. Los mensajes de pésame a sus familiares y las palabras de afecto por parte de miembros del Partido Popular no tardaron en hacerse eco en los diversos medios de comunicación y la Xunta de Galicia (región de donde procedía) ha declarado tres días de luto oficial.


A la hora de decir adiós a tan emblemático personaje todos han tratado de rememorar sus mejores cualidades y de erigirle una imagen de bondades y una trayectoria intachable. Así, algunas de las informaciones que hablan sobre Fraga  lo describen como “uno de los padres de la Constitución”, “hombre campechano”, o destacan su “faceta humana”.

Pero Manuel Fraga Iribarne fue más que eso. Su primer cargo político de cierta relevancia tuvo lugar durante la dictadura de Francisco Franco, donde ocupó la cartera de Información y Turismo desde 1962 hasta 1969. Tan unido estaba al régimen que, el día de la muerte del General, dijo que era “un gran hombre, el mayor y más representativo del S. XX” y que fue “uno de los mayores gobernantes que hemos tenido en nuestra historia”. Como Ministro de Información de un régimen fascista, tenía “bajo control” a gran parte de los medios de comunicación. Torcuato Luca de Tena,  director de uno de los periódicos más importantes del país, ABC, reconoció años más tarde que el propio Fraga le obligó a publicar anotaciones manipuladas del diario íntimo de uno de los asesinados por luchar contra el franquismo, Enrique Ruano, con tal de que pareciese una persona inestable que había optado por el suicidio.

Durante la Transición, Fraga también formó parte activa del ejecutivo, siendo Ministro de Interior durante 1976. En esta etapa volvió a mostrarse tal cual era y protagonizó sucesos dignos de ser recordados, como los del 3 de marzo en Vitoria, donde más de 1000 personas resultaron heridas y cinco obreros murieron tiroteados por la Policía Armada en una protesta laboral. Años después, en 2007, una Comisión Parlamentaria trató de investigar lo ocurrido y Manuel Fraga se negó a declarar, alegando que aquello fue sólo “uno más” de los servicios prestados al país.

Con el paso de los años, y en plena democracia, el fundador del PP ha seguido cosechando citas que quedarán recogidas para la posteridad, como que la legalización del Partido Comunista era un “auténtico golpe de Estado”, o que "la homosexualidad es una anomalía”  y, por lo tanto, pasar de la persecución que hubo en su día, que era una equivocación, al orgullo gay “es otra tremenda equivocación".

En España, a pesar de todo esto, los medios de comunicación y la opinión pública se han autocensurado (o engañado, o automanipulado) para mostrar al Señor Fraga Iribarne como lo que no era: un político que ha de ser recordado y que dio todo por su país.  No ocurre lo mismo con los titulares de periódicos extranjeros. The Telegraph titula “Manuel Fraga, Franco’s last man standing, dead in Madrid” (Manuel Fraga, el último hombre del franquismo, muere en Madrid).

En cualquier otro país europeo sería impensable una alabanza así a cualquier político que hubiera formado parte de un gobierno dictatorial. Pero, tal y como acuñó el propio Fraga en uno de sus lemas, Spain is different! No obstante, a veces se hace necesario volver la vista al pasado, recordar y aprender, para no caer en el absurdo de despedir con flores y con todos los honores a alguien que, durante toda su vida, fue cómplice, y hasta verdugo, de miles de españoles que luchaban por un estado democrático y de libertad.

1 comentario:

Sert Taş dijo...

Muy bueno.
Nos faltan mucho años para ser una democracia capaz de aceptar la realidad de ese pasado que nos hemos encargado de endulzar cuando no de tergiversar completamente.